En las más difíciles situaciones, pegados a cualquier quebradura del terreno, en medio del avance, durante un alto o en un rincón de la trinchera, en cuanto podía reunirse una escuadra o una simple pareja de Requetés y llegaba la hora de comer, sacaban el chusco, la lata de sardinas, el trozo de chorizo, el queso.......¡ah!, la bota de buen vino.... y uno, el más caracterizado, descubriéndose, decía: BENDICE SEÑOR LOS ALIMENTOS QUE VAMOS A TOMAR.... |
miércoles, 15 de abril de 2015
Cristoforo Requeté
Historia
La religiosidad de los Soldados de la Tradición fue bien notoria durante toda la Guerra Civil, y bien puede afirmarse que en ello radica una de las causas de su efectividad guerrera. Eran hombres con conductas consecuentes con lo que defendían . Lo mismo los requetés Navarros o Vascos que los andaluces; igual los Catalanes o Aragoneses que los Castellanos, los Asturianos o Gallegos. Es muy difícil en unidades de soldados combatientes, evitar que haya brotes de ciertas licencias y pecados, pero puede asegurarse que en las unidades de Requetés todos contribuían a que fueran bien pronto extirpadas. HABÍA COMO UN INSTINTIVO PUDOR A MANCHAR LA BUENA FAMA DE SOLDADOS CATÓLICOS QUE SIGNIFICABA LA BOINA ROJA.
Los Requetés, antes de entrar en combate, confesaban, oían Misa y comulgaban. De los soldados del requeté se decía, en la filas enemigas, que no había Requeté Más Peligroso que un Requeté comulgado..... La misa diaria de campaña, en el altar portátil, cobijado bajo un árbol, a la sombra de alguna pared, en el portalón de alguna casa, muchas veces bajo un puente , o bien en la Iglesia del Pueblo de turno recién LIBERADA y abierta al Culto, pocas veces faltaba aun entre los combates más duros de la Campaña. Jefes, Oficiales, Suboficiales y REQUETÉS ofrecían el frecuentísimo espectáculo de sus comuniones, ESPECIALMENTE EN VÍSPERAS DE OPERACIÓN.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario